Santo el Enmascarado ha inventado una máquina del tiempo que provoca la burla de un grupo de científicos a quienes ha reunido el doctor Sepúlveda, amigo del luchador. Luisa, hija del médico, se presta para que Santo pruebe la eficacia del invento y es enviada a fines del siglo XIX. Luisa peligra ante la presencia del conde Drácula y el Enmascarado de Plata tendrá que rescatarla y enviarla al presente.