Una bebita abandonada es recogida por una familia pobre compuesta por una madre sacrificada, el marido borrachín y dos niños, Manuel y Raúl. Los muchachos son el sostén de la casa. Ya grandes, los dos hermanos se enamoran de la joven, pero ella quiere a Raúl y ambos se comprometen. Al enterarse de esto, Manuel se dedica a la bebida y a las drogas. Ante esto, la joven renuncia a casarse con Raúl para dedicarse al enfermo y para romper el compromiso le hace creer que tiene un amante. Con el fin de pagar los gastos de clínica, se entrega al dueño del cabaret donde trabaja.